Tengo la necesidad de encontrar siempre una salida y mi insistencia en comprender cómo nuestro entorno puede afectarnos tan directamente y nosotros a él han sido y siguen siendo mi motor. Quiero encontrar la autenticidad en nuestra realidad, sea la que sea, me gusta cómo y de qué manera nos reflejamos en los espejos y cómo nuestra propia sombra delimita nuestra razón de ser. Me gusta elegir pequeños pedazos de realidad y encerrarlos en espacios geométricamente perfectos, aunque transparentes, para disfrutarlos y controlarlos.
La naturaleza, que es directamente parte de mi vida, me ofrece la oportunidad de entrar en mis pensamientos. Su pureza, su desnudez, su diversidad, su desordenado orden, su silencio “semiruidoso”, su sensación de soledad colectiva, sus luces y sus sombras... Todo ello, en contraste con el intemporal lienzo en blanco, explicando lo que cada uno quiera leer. Conjuntos personales, verdaderos, silenciosos, míos y del espectador.